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LA BATALLA DE PICHINCHA:  EPOPEYA ECUATORIANA  Y SUDAMERICANA.  Por Jorge Núñez Sánchez  La batalla de Pichincha, según un grabado del siglo XIX. En las faldas del volcán Pichincha culminó el esfuerzo de liberación del antiguo país de Quito, que comenzara en 1809 y culminara en 1822. Esa batalla, que tuvo como escenario las faldas del gran macizo de los Pichinchas, puso fin a la dominación española en el actual Ecuador y nos abrió paso a la vida republicana. Hoy, casi dos siglos después, podemos discutir acerca de las limitaciones y contradicciones que tuvo el proceso independentista, pero ello jamás puede oscurecer la trascendencia de esa lucha de liberación nacional,  proceso por el cual nuestra América se puso a la cabeza de las luchas contra el colonialismo en el mundo entero. Mucho se ha escrito sobre la batalla de Pichincha, casi siempre entre la exaltación y la hipérbole. El fulgor de ese terrible combate pareciera relucir todavía, entre  el ruido de exp
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                LA PODEROSA FAMILIA SÁNCHEZ DE ORELLANA Don Clemente Sánchez de Orellana, Marqués de Villa Orellana  y Vizconde del Antisana. L as llamadas “grandes familias” constituyen una tradición histórica en Hispanoamérica y también en el Ecuador. Pero esas familias no existieron siempre, sino que se iniciaron y desarrollaron al amparo del sistema colonial, y como un genuino producto de éste. Un caso particularmente importante fue el de la familia Sánchez de Orellana, cuyos primeros miembros llegaron a la América con la conquista española y tuvieron un papel destacado en el fenómeno de la colonización. El fundador directo de ella fue el capitán don Alvaro Sánchez de Orellana, natural de Trujillo, en Extremadura, que pasó a estas tierras formando parte de la hueste de su paisano Francisco Pizarro, conquistador del Perú, y en compañía de su pariente Francisco de Orellana, que más tarde sería Gobernador de Guayaquil y el descubridor del Gran Río de las Amazonas.